lunes, 18 de febrero de 2008

Uno, muy bueno, de Jaime Gil de Biedma

NO VOLVERÉ A SER JOVEN
Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde, como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería y marcharme entre aplausos-envejecer, morir, eran tan sólo las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma:envejecer, morir, es el único argumento de la obra.

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