miércoles, 6 de agosto de 2008

El Sabio y el joven

En una aldea apartada del mundo actual, un grupo de hombres compartía experiencias en el parque público. Uno de los más jovenes, con tono de incorformidad, expresaba su sentir respecto al estatus de sabio que le habian conferido a uno de los ancianos de la aldea:

"no sé por qué insisten en llamarle sabio al anciano ese!"

Sus compañeros al escucharle le indicaron que el anciano se había ganado tal consideración por su experiencia y beneficiosos consejos respecto a muchos temas que le fueron consultados en ocasiones pasadas y que eran de suma importancia para la aldea y sus ciudadanos, pero el joven insistía en desafiar esa concesion:

"ahora mismo me dirigiré hacia donde él y les demostraré que no es ningun sabio y que no tiene esa gran capacidad que ustedes creen!"

Sus compañeros se quedaron impresionados por la determinación del joven y le siguieron hacia el hogar del sabio. En el camino el joven tomó un lagarto y les dijo a quienes le seguian que le preguntaría al sabio si el lagarto que tenia en sus manos estaba vivo o muerto? y que si respondia vivo lo aplastaría con sus manos y se lo mostraría muerto; y si le respondía muerto se lo mostraría vivo; así haría quedar mal al sabio y pondría en duda su capacidad y respeto.

Una vez llegaron a la casa del sabio el joven se apresuró a preguntar:

"tengo un lagarto en mis manos, dime anciano, está vivo o muerto?"

El sabio anciano,conociendo sus intenciones, lo miró unos segundos, sonrió y luego le dijo:

"en tus manos está la respuesta!"

El joven se quedó inmovil ante la respuesta del anciano, luego salío del lugar cabizbajo ante la mirada de algunos de los que le habian acompañado.

Gracias Emerson por contarme la historía!
Gonzalo Pieter A.